De radios y camelias

Se trata de hacer propio un rinconcito de todo este espacio gigante, en el que no somos nadie pero en donde todos existimos. Se trata de hacer un hueco a esa palabra... más arriba, más abajo, a un lado o del revés. Se trata de abrir los ojos, alzar la mano, tener una voz y ser consciente de que todo, todos, aportamos, importamos.

jueves, 24 de mayo de 2007

Dolor de Libertad


Más de cinco años de litigios que parecían insalvables tocan su fin, como siempre, de la manera en la que todo allí tiene solución. 4.500 millones de dólares son la mercromina que sana las diferencias para comenzar a construir con hormigones la Libertad más alta del mundo. El señor inmóvil del maletín, sentado en su banco de granito se pregunta a veces si es un empeño por reemplazar lo irreplazable; otras, si se trata de un alarde de prepotencia para demostrar quién gana el pulso; o si no es más que una hazaña para rellenar la melancolía del viajero del ferry oxidado que no puede evitar fijarse, cada vez que cruza, en un cielo dolorosamete desnudo. El mismo viajero que, una vez allí, se da cuenta de que en esa ciudad que no conoce de calendario, siempre es hoy.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco rascacielos y un "memorial" van a vestir el vacío obligado del downtown por el que alguien paseará, recordando a aquel anciano que intentaba reprimir un desconsuelo evidente a pesar de unos lentes que no reflejaban otra cosa que la realidad del momento.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Los límites de la ignominia


El ejército de Estados Unidos ha empezado a blindar con muros los barrios más “conflictivos” de Bagdad. Están, además, utilizando tecnología biométrica para comprobar la identidad sus residentes -por ejemplo, a través del iris del ojo-. Bonita manera tapiada de llevar la tan pretendida Libertad a los iraquíes. Bajo frases como ésta: “si mantenemos a los malos fuera, ganamos" (del teniente Sean Henley, destinado en el sur de Ghazaliya), pretenden poner punto y final a los problemas entre comunidades… limitando el libre tránsito a las personas, una vulneración, por cierto, a los Derechos Humanos, según Naciones Unidas. Parece que los que mandan no entienden que no se trata de separar a las personas, de acentuar más las diferencias y de dividir a la población; sino de enseñarla a convivir, respetando las diferencias. Claro que… quizás con Respeto no se gana la recompensa.

Lo peor es que no son ellos los únicos que se equivocan. Debe ser la condición de las personas, que somos de memoria frágil y al final siempre acabamos topando con la misma piedra. ¿Qué pensaría Reagan, cuando le pidió a Gorvachov en Brandemburgo que derribara el muro de Berlín, si viera que la moda del siglo XXI es construir vallas para solucionar los problemas cuando se le acaba la paciencia a la Diplomacia?

Es ahora Brasil el que se empeña en resolver el contrabando con cemento y acero en la frontera con Paraguay. O Estados Unidos en su frontera con Méjico, que en vez de encontrar una eficaz política migratoria, o fomentar los acuerdos con los chicanos… decide poner límites al espacio… como si Río Grande tuviera dueño, o el desierto de Arizona perteneciera más a Arizona por estar vallado. Pero hay más… el muro del Sáhara, el de las dos Coreas, el de Israel en Cisjordania…y ¿cómo criticar al resto del mundo si tenemos lo mismo en nuestra propia casa? Tan cerca, presumiendo de los avances sociales de la europeidad, intentamos evadir a las personas con una serpentina metálica de espinas puntiagudas y aceradas. A las Personas.

Los que gobiernan se equivocan cuando pretenden resolver con ladrillos lo que no hacen con palabras. Los que gobiernan no construyen soluciones con hormigón; ni arreglan separando; ni aportan dividiendo… así se acercarán a sus intereses… además de alimentar el odio, sembrar la confusión y fomentar los problemas con la ignominia de su incompetencia.