Los límites de la ignominia
El ejército de Estados Unidos ha empezado a blindar con muros los barrios más “conflictivos” de Bagdad. Están, además, utilizando tecnología biométrica para comprobar la identidad sus residentes -por ejemplo, a través del iris del ojo-. Bonita manera tapiada de llevar la tan pretendida Libertad a los iraquíes. Bajo frases como ésta: “si mantenemos a los malos fuera, ganamos" (del teniente Sean Henley, destinado en el sur de Ghazaliya), pretenden poner punto y final a los problemas entre comunidades… limitando el libre tránsito a las personas, una vulneración, por cierto, a los Derechos Humanos, según Naciones Unidas. Parece que los que mandan no entienden que no se trata de separar a las personas, de acentuar más las diferencias y de dividir a la población; sino de enseñarla a convivir, respetando las diferencias. Claro que… quizás con Respeto no se gana la recompensa.
Lo peor es que no son ellos los únicos que se equivocan. Debe ser la condición de las personas, que somos de memoria frágil y al final siempre acabamos topando con la misma piedra. ¿Qué pensaría Reagan, cuando le pidió a Gorvachov en Brandemburgo que derribara el muro de Berlín, si viera que la moda del siglo XXI es construir vallas para solucionar los problemas cuando se le acaba la paciencia a la Diplomacia?
Es ahora Brasil el que se empeña en resolver el contrabando con cemento y acero en la frontera con Paraguay. O Estados Unidos en su frontera con Méjico, que en vez de encontrar una eficaz política migratoria, o fomentar los acuerdos con los chicanos… decide poner límites al espacio… como si Río Grande tuviera dueño, o el desierto de Arizona perteneciera más a Arizona por estar vallado. Pero hay más… el muro del Sáhara, el de las dos Coreas, el de Israel en Cisjordania…y ¿cómo criticar al resto del mundo si tenemos lo mismo en nuestra propia casa? Tan cerca, presumiendo de los avances sociales de la europeidad, intentamos evadir a las personas con una serpentina metálica de espinas puntiagudas y aceradas. A las Personas.
Los que gobiernan se equivocan cuando pretenden resolver con ladrillos lo que no hacen con palabras. Los que gobiernan no construyen soluciones con hormigón; ni arreglan separando; ni aportan dividiendo… así se acercarán a sus intereses… además de alimentar el odio, sembrar la confusión y fomentar los problemas con la ignominia de su incompetencia.
4 comentarios:
A las 2 de mayo de 2007, 21:38 , bchuertas ha dicho...
Parece que es así como solucionamos los problemas de hoy.
Cada estoy mas seguro que la sociedad (o quien la dirige) en vez de avanzar, retrocede.
Mientras tanto yo escribo este comentario entre los muros de mi cubículo que me separan del resto de mis compañeros
Que triste
A las 5 de mayo de 2007, 0:48 , Marcos ha dicho...
Y que te esperabas?, que la gente hiciera algo que realmente no queremos?
Yo sólo estoy aquí por casualidad, pero me indigna bastante saber que las personas que opinan tan libremente, no tienen a nadie en esas tierras, como yo.
Tampoco deseo que lo entiendas, pero si me paseo por estos lares, siempre quiero tener seguro que una opinión como la tuya, no es realmente real.
Tan sólo es eso, una opinión.
Aún así, se nota que lees
A las 7 de mayo de 2007, 11:55 , David Martos ha dicho...
Los muros sirven para dos cosas distintas... Desde dentro, esconden las vergüenzas; desde fuera, envuelven lo indeseable. En definitiva, los muros abrazan al pobre para que el pobre no pueda abrazar al rico.
A las 7 de mayo de 2007, 16:57 , juanlu sánchez ha dicho...
os encontré. me alegro :)
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